
A veces es complicado poder discernir y observar los detalles de algo que sentimos que siempre ha estado ahí, en este caso, el andador para bebé. Algunos optan por este artilugio por el hecho de que aligera y restringe el movimiento del infante en un área cerrada. Otros consideran que es vital para que el bebé pueda desarrollar su capacidad motriz. Sin embargo todo esto no son más que mitos. Los profesionales en pediatría y especialistas no recomiendan por lo general este tipo de aparatos.
¿Son prescindibles?
Aunque si pueden haber casos que el uso del andador para bebé no implique algún problema, por muchas razones se desaconseja que los padres compren andadores por el simple y práctico hecho de que no enseñan a caminar. En situaciones, hasta puede obstruir el proceso de descubrimiento del niño a sus propios movimientos. Alteran el desarrollo natural de las piernas y la espalda. Por otro lado por su limite de control, el andador para bebé puede resultar una herramienta poco segura para algunos bebés, lo cual los expondría a más peligros.
Siete motivos de por qué no debería usarse
Usted debe ser consciente del uso que le da o le dará al andador para bebé. Y en caso decida continuar con su uso, procure que sea moderado. Se recomienda a lo mucha utilizarlo dentro de los seis a quince meses. Posteriormente evitar su uso ya que podría implicar el retraso de procesos naturales motrices que se aprenden en el transcurso del tiempo.
- Al tener poco control de su movilidad y desplazamiento, el bebé tiene riesgos de caer en una piscina.
- Al tener poco control de su movilidad y desplazamiento, corre riesgos de quemaduras o intoxicaciones.
- Al tener poco control de su movilidad y desplazamiento, corre riesgos de fracturas debido a caídas.
- No ayuda al desarrollo del equilibrio.
- Favorece el andar usando las puntas de los pies.
- No ofrece libertad de movimiento a todo el cuerpo.
- Los movimiento que promueve son diferentes a los de la marca o caminar natural.